Siempre que se menciona a la tasa de ahorro tendemos a mirar hacia nuestras cuentas personales, revisando y apuntado mentalmente qué podemos hacer para contribuir al ahorro y economización de nuestros recursos.

Sin embargo, la tasa de ahorro es un concepto que va mucho más allá de nuestras pequeñas economías, ya que la encontraremos también en el plano macroeconómico y cuya utilidad nos permitirá conocer rasgos de la población de forma más detallada.

Si quieres saber qué es lo que significa realmente este término, en qué sectores se aplica y cuál es su verdadera importancia a nivel nacional, deja que te mostremos algunos datos que te permitirán obtener una impresión mucho más detallada.

¿Qué es la tasa de ahorro?

Su sentido en este campo se basa en la proporción derivada del PIB (Producto Interno Bruto) de un país. Es decir, una parte de la renta que no se consume y que va destinada directamente al ahorro.

Si quisiéramos poner un ejemplo, En Europa la media de la tasa de ahorro de la población se sitúa en torno al 11%, es decir, de cada 100euros que entran, 11 se consiguen ahorrar, mientras que los otros 89€ son destinados al consumo y pago de servicios.

Como dato de interés, en España esta tasa se encuentra en el 5%, un valor muy por debajo de la media europea y cuya tendencia seguirá decreciendo a medida que sigan sucediéndose acontecimientos como pandemias, crisis de recursos esenciales o conflictos bélicos.

Es evidente que, el nivel de la calidad de vida, así como infinidad de parámetros de carácter social y económico vienen determinados y condicionados por la tasa de ahorro de un país. Su efecto y utilidad son realmente interesantes, además de útiles.

Esta proporción de ahorro de un determinado país permite conocer muchos rasgos de su población, así como aspectos económicos y estadísticos. La proyección de la imagen del país irá en aumento si posee una alta tasa de ahorro.

Este factor permite ser un foco de atención, tanto para la propia población que siempre verá con buenos ojos este tipo de noticias, como para posibles inversores que se encuentren analizando dónde invertir sus fortunas.

Más allá de contemplar este dato como un valor estadístico, refleja la realidad del grueso de la población de cada país. Si analizamos España, veremos que la calidad de vida desciende a medida que este valor también lo hace.

A menos ingresos, menos posibilidad de ahorro. Esta situación se traduce en dos posibilidades:

• Aumento de la deuda. Las familias no pueden ahorrar ni gastar todo el dinero que necesitan al carecer de él. Se recurre al crédito y la deuda.
• Reducción del consumo. Sin ahorros ni efectivo disponible, la familia reducirá sus gastos al máximo, evitando comprar y contratar servicios que antes mantenía.

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Marta del team FinOra24

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