Hipoteca VS Alquiler, ¿Cuándo vale la pena y cuando no?
Encontrar casa propia es una de las decisiones más importantes de la vida. Por ello, antes de buscarla, es importante decidir entre contratar una hipoteca o alquilar una vivienda. Algunos parámetros a tener en cuenta son:
- Estabilidad laboral: debes considerar si tienes un contrato indefinido, si eres un empleado o autónomo y si tienes una perspectiva profesional segura y alentadora.
- Situación sentimental: ¿Quieres hacer una elección como pareja o como individuo? ¿Te gustaría tener hijos? ¿Estás en una situación emocional estable?
- Liquidez económica: ¿estás en posesión de alguna suma de dinero o ya tienes rentas muebles o inmuebles? ¿Existen las condiciones para solicitar un préstamo hipotecario?
- Desplazamientos geográficos: El trabajo puede llevar a tener que desplazarse con frecuencia y en ocasiones a reubicarse de forma permanente, por lo que es fundamental establecer las probabilidades de hipotéticas reubicaciones futuras.
¿Cuándo vale la pena una hipoteca?
Aunque la hipoteca es un compromiso económico sustancial y de largo plazo, también tiene algunas ventajas, especialmente si se quiere hacer una elección de vida estable y continua. La primera gran ventaja es sin duda el interés: tras la grave crisis económica que azota al sector inmobiliario, los bancos se han visto obligados a evitar desembolsar grandes sumas de dinero.
Hoy, sin embargo, gracias a la ligera subida del mercado inmobiliario, es más fácil acceder a hipotecas con tipos de interés bajos, en mínimos históricos (muy a menudo los tipos están en mínimos y por tanto, si se tiene la situación financiera adecuada, esta elección puede sea conveniente desde el punto de vista de los costos de interés).
Además, hay otros beneficios de naturaleza financiera.
¿Cuándo es conveniente la casa para alquilar?
Si quieres decidirte a firmar un contrato de alquiler, las ventajas más evidentes están relacionadas con la movilidad: en el caso de que surja la necesidad de cambiar de casa, barrio o ciudad, el alquiler te permite hacerlo con tranquilidad, cancelando el contrato.
Tiene muchos menos gastos que asumir, desde el mantenimiento (ordinario y extraordinario) y los impuestos (impuesto sobre bienes inmuebles), para concluir con el bajo coste del mobiliario y la inversión.
Y además las deducciones fiscales ad hoc.
Pero si los beneficios de un alquiler son tan numerosos, también hay que especificar que, al igual que para la hipoteca, es imprescindible una situación laboral estable y al mismo tiempo ser puntual en el pago de la renta mensual (como debe ser para el reembolso de las tasas hipotecarias).
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Pablo del team FinOra24
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